17.5.07

[I-004] Revelación Secreta

Era un día soleado y tranquilo. En la entrada de su casa, Heiwa le entregaba unos ahorros a su hijo, mientras contenía las lágrimas.

Heiwa: Cuídate mucho.

Minti: No te preocupes, mamá... No será la última vez que nos veamos. Te prometo que volveré pronto. [Además, me lo dijo ese extraño gato.]

Flash-back

Minti arreglaba algunas cosas en su habitación antes de partir.

Voz: Así que ha llegado el gran día, Minti.

Minti se asustó y volteó rápidamente. No vio a nadie, pero de pronto miró hacia el suelo, y vio un gato de color rosa pálido y de ojos verdes.

Minti: ¿Tú... tú me hablaste?

Cilio: Soy Cilio, me alegro de que por fin nos podamos conocer.

Minti: [¿Será que los golpes me dejaron mal la cabeza?] ¿Cómo es que un gato como tú puede hablar?

Cilio: Eso es lo de menos, ésta no es mi verdadera forma, Minti.

Minti: ¿Eres... un mago?

Cilio: más o menos, pero no importa. Solo quiero decirte que debes ir con cuidado. Hay cosas que no conoces pero que se te aparecerán, y no serán cosas pequeñas. Tu vida está a punto de cambiar para siempre.

Mientras el gato le hablaba, Minti seguía ordenando.

Minti: No sé qué estará tramando el mago que te hizo, gato, pero no me asustas. Ya déjame tranquilo, estoy muy ocupado.

Cilio: Como quieras, pero ya nos veremos de nuevo... Solo te advierto una cosa. Volverás a este lugar mucho antes de lo que piensas.

Minti reaccionó y volteó hacia el gato, pero ya no estaba.

Minti: [¿Qué fue eso? Ese gato...]

Fin Flash-back

Minti: Tú cuídate mucho, mamá. No dejes que Sensou se aproveche de tu bondad.

El chico le da un beso a su madre, que ella sintió y guardó como un tesoro. Minti partió en dirección a Shimaikomu, el pueblo cercano a la casa de Minti, solo con su ropa habitual y su espada.

Shimaikomu era un pueblo grande, el más grande de Nihon. Allí vivía gente importante, como Gurikan, un guerrero tan poderoso como los Tsuyoi, o Akira, que era considerado el mejor mago del continente Aisan. Minti los conocía, como su padre también era un personaje famoso en todo el país, así que pensó que quizás podría obtener ayuda de alguno de ellos. La entrada al pueblo era una enorme puerta en forma de arco, hecha de piedras claras y brillantes, con el nombre del pueblo grabado en lo más alto de la estructura. El pueblo entero estaba rodeado por una muralla más alta aún, construida con piedras más opacas. Detrás del pueblo estaba el Bosque Odayaka, famoso en todo el mundo, mientras que hacia el frente estaba el sendero también llamado Odayaka, que conduce al Templo Sora. Mientras Minti estaba parado bajo la gran puerta, pensaba en el extraño día que había tenido hasta ahora. Su sueño había cambiado levemente, su padre lo dejó ir mostrando algo de humanidad, y un gato le habló. No sabía si alejarse lo más rápido posible de ese lugar, o simplemente enloquecer. Pero, aunque su mente estaba indecisa, el cuerpo de Minti comenzó a moverse por su propia cuenta. Caminó por varios lugares, calles angostas y anchas, limpias y sucias, pobladas y vacías, cosas propias de un pueblo tan grande. Finalmente, se detuvo frente a una casa bastante grande, aunque algo descuidada. La puerta tenía grabado el nombre ‘Nahirigo’.

Minti: [Gurikan… El solo verlo me da escalofríos… Aunque no llega a ser tanto como Sensou… Espero que me ayude aunque sea un poco.]

El muchacho golpea la puerta. Casi al instante recibe un poderoso ruido en su oído, que casi lo deja inconsciente.

Gurikan: ¡PASE, ESTÁ ABIERTOOOOOO!

Minti se levanta con dificultad. Nota que la puerta ya estaba abierta. Lentamente entra a la casa. Ve a un hombre sentado, comiendo su almuerzo.

Gurikan: ¡Oh! ¡Minti! ¡Qué sorpresa ver al hijo de Sensou por aquí! ¡Ah, y disculpa por el grito, je, je, je!

Minti: [Este tipo es muy raro.]

El hombre se levanta, y más que levantarse, pareciera que se alzara sobre un altar de 200 metros. Tenía una estatura majestuosa, Minti lo observaba con asombro, aún cuando ya lo había visto de pie muchísimas de su vida. Nunca dejaba de sorprenderse de ese hombre.

Gurikan: Suelo gritar porque soy una persona muy conocida. Mucha gente viene a robarme, o a probar su fuerza conmigo. Solo con el grito, he evitado a más del 70% de los que vienen por esos motivos.

Minti: [Insisto, que tipo más raro.]

Los 2 metros de Gurikan no eran lo único que intimidaban a Minti. Los brazos y piernas de Gurikan, además de contener un gran número de cicatrices, demostraban demasiado ejercicio y fortaleza. El pecho del guerrero era aún mayor. Tenía un cabello dorado hasta el cuello, y usaba una cinta roja en su frente. Su ropa estaba bastante rasgada, y no era muy ideal para alguien que suele ejercitarse cortando árboles.

Gurikan: ¿Mmh?

Gurikan se da cuenta del silencio de Minti, y de su rostro levemente triste.

Gurikan: [Así que ha comenzado…] Minti, ¿qué ha ocurrido?

Minti: …Sensou…

El guerrero pareció reaccionar.

Gurikan: Pasa y almuerza conmigo. Está delicioso.

Minti: ¿Eh? E… está bien.

La casa de Gurikan era desordenada y algo sucia. No pareciera que el guerrero contara con mucho dinero, o que fuera muy persona muy preocupada del aseo. Luego de un rato, Minti estaba comiendo en la misma mesa de Gurikan. Minti se sorprende, pues el plato estaba delicioso, y no veía una mujer cerca.

Minti: ¿Quién preparó esto, señor Gurikan? Está delicioso.

Gurikan: Ja, ja. Es normal que pienses así, Minti. Este mundo es bastante machista, pero déjame decirte que los hombres podemos hacer cosas de mujeres, y las mujeres hacer cosas de hombres sin problemas.

Minti: ¿Quiere decir que…?

Gurikan: Así es, yo cocino mi propia comida.

El chico estaba confundido. Estaba muy acostumbrado a la vida de su casa, donde Sensou mandaba por sobre todos los demás, incluso Heiwa.

Minti: Siempre creí que era el hombre el que mandaba, y la mujer la que hacía todo.

Gurikan: …No todos los hogares son como el tuyo, pequeño.

Minti: …

Gurikan: Así que… Te has ido de tu casa.

Minti levanta la mirada, y mira con sorpresa a Gurikan. No había mencionado nada de lo que había ocurrido esa mañana, pero Gurikan ya lo sabía.

Gurikan: Sí, lo supe desde que llegaste… Tu cara es muy evidente. Además, es una fecha bastante adecuada para que ocurra.

Minti: ¿Qué?

Gurikan: No, nada, pensaba en voz alta… Termina tu almuerzo, mira que necesitarás mucha energía desde ahora en adelante.

Minti: ¿Por qué?

Mientras Minti preguntaba, seguía comiendo.

Gurikan: Créeme que esto no es algo que quiera hacer, pero es necesario.

Minti: ¿…?

El guerrero respira profundamente antes de seguir hablando.

Gurikan: ¿Has oído hablar del mito de los Guardianes y del Diablo?

Minti: ¿Mito? No, no me interesan esas cosas.

Gurikan: Pues es una historia que te podría parecer interesante. Tú sabes que en este mundo hay muchos países y muchas religiones diferentes, ¿no?

Minti: ¿Mmh? Sí, pero, ¿qué tiene que ver?

Gurikan: Cada religión tiene sus propias creencias e historias. Pero, existe una historia que se repite en todas, una historia que es común entre todas las creencias existentes en el mundo.

Minti: ¿Una historia… común?

Gurikan: La historia habla del único de 7 hermanos, que sobrevivió a un ataque lleno de fuego y Maldad en su hogar. Su hogar era un planeta muy grande, según el mito, un hermano de la Tierra.

Minti: [¿7 hermanos… Maldad?]

Gurikan: Esa Maldad atacó con mucha crueldad a los 7 hermanos. Uno a uno, fueron cayendo al suelo, muertos. El último de ellos, logró detener a esa Maldad, ya que la energía de sus 6 hermanos muertos lo protegió, y la Maldad no tuvo más opción que retirarse, dejando con vida al séptimo hermano.

Minti: [Esto… esto se parece a mi sueño…]

Gurikan: El hermano sobreviviente juró, en el nombre de sus hermanos fallecidos, que se encargaría de impedir que esa Maldad volviera a cometer asesinatos tan crueles. El mito termina diciendo que la energía de los 7 hermanos contenidos en uno de ellos, está esperando el día en el que la Maldad vuelva a surgir en la Tierra, para acabar con ella de una vez por todas.

Gurikan acaba su relato, y Minti se coloca de pie.

Minti: ¡No puede ser! ¡Es como el sueño que he tenido toda mi vida!

Aunque no se mueve, Gurikan se da cuenta de que esa es una señal.

Gurikan: Este mito no es muy conocido en algunas religiones, pero está presente en todas, claro, con sus diferencias en cada versión, pero con una misma base. Se dice que contiene un mensaje oculto, pero nadie ha sabido decir cuál es.

Minti: Pero… ¿por qué yo sueño con algo muy parecido?

Gurikan: Puede que ese sea el significado oculto. Hay alguien que conoce muy bien este mito, así que deberás ir y preguntarle.

Minti: ¿Quién?

Gurikan: El Emperador Kanren.

Minti: ¿El Emperador? Él no va a atender a alguien como yo.

Gurikan: Tan solo di que eres Minti Saigo y podrás hablar con él.

Minti: ¿Eh?

Gurikan: Recuérdalo bien, di tu nombre completo.

El guerrero acaba su almuerzo y se levanta. Minti se queda pensativo. No entendía muy bien lo que ocurría, ahora estaba más confundido que antes.

Gurikan: Pero antes…

Minti se voltea.

Gurikan: Ve a ver a Akira, él te ayudará un poco, y luego vas donde el Emperador.

Minti: ¿…por qué?

Gurikan: Me gustaría poder explicarlo, pero no puedo. Digamos que simplemente estoy cumpliendo con mi deber.

El chico estaba muy confundido, y al parecer Gurikan no iba a aclarar nada.

Minti: Está bien… Gracias por la comida, señor Gurikan.

Minti se levanta y sale de la casa de Gurikan. Mientras, Gurikan no voltea ni mira a Minti retirarse.

Gurikan: [Minti… Las cosas aún no se complican… espero que estés preparado para lo que venga, porque ni siquiera yo podría soportarlo.]

Minti camina casi hasta el otro lado del pueblo, y llega a la casa de Akira. La ve por fuera, esa muy grande y bien cuidada. Se empieza a preguntar qué más pasará en este día, y cómo acabará.

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